Con un sector pisquero controlado casi en un 100% por solo dos conglomerados (Capel y Pisquera Nacional de CCU), parecía casi imposible suponer que en nuestro país hubiese público (¡y billeteras!) para apreciar piscos nacionales de alta gama. Unos que fueran más que el comodín para las piscolas o componentes obligados de los convencionales pisco-sours.

Vieja parra de uva moscatel en Limarí

Hasta que aparecieron Wacar y Kappa, los primeros en demostrar que en Chile sí es posible hacer destilados de la mejor calidad, incluso sin añejamiento en madera, capaces de expresar el tremendo potencial de las uvas de Elqui y Limarí para producir piscos con verdadera identidad de origen.

A los dos anteriores ahora se suma Wilüf, un pisco que a los atributos de su doble destilación, hecha en alambiques discontinuos de cobre, suma una hermosa botella (francesa) y una delicada imagen de presentación. Se elabora en Rapel (ojo, que este Rapel es el de la comuna de Monte Patria, ubicado en la precordillera del Valle del Limarí), empleando las aromáticas cepas moscatel rosada y de Alejandría. Y para darle mayor redondez, se deja reposar en estanques de acero inoxidable.

Pisco Wilüf de Limarí

Aunque la aparición de estos piscos de alta gama –entre ellos también el flamante Wilüf– no le hacen ni cosquillas en términos de porción de mercado a la gran industria pisquera nacional, su irrupción en la escena es un interesante reflejo de un público cada vez más refinado y capaz de reconocer la calidad. El precio de cada botella de Wilüf (numerada) es de $28.000. Se vende directamente en la bodega de Monte Patria o por teléfono o correo electrónico.

Contactar a Patricio González, teléfono +56 9 8419 0730 o correo electrónico patogonzalez@gmail.com

Para la nota de cata de Pisco Wilüf, vea http://www.desobremesa.cl/solovino/

La agreste precordillera del Valle del Limarí